me gusta escribir

Me gusta escribir, me gusta sentir como la tinta fluye, se desliza suavemente por el papel, a veces solo rallo folios para sentir esa sensación. Así como me gusta leer, me gusta crear esas historias fantasiosas, historias que solo podrían existir en nuestra imaginación, porque me encata pensar en algo ideal, aunque sea imaginario, simplemente me encata. Y me siento gratificada, al terminar un poema, y ver esas enriquecedoras palabras, deliciosas sensaciones te sobrevienen; sublimes. Me gusta ver el resultado final y que sea algo bello. Me gusta como suena al leerlo en mi voz interior, esa conciencia que lee en voz alta para mí, me gusta que sea mío, y se me haya ocurrido solo a mí. Pero al igual también me encanta leer cualquier cosa, y contemplar la creación de esas otras vocecitas interiores, hacen que la mía se sienta gratificada. Porque leer cualquier cosa bien escrita siempre es delicioso, aunque algunas lecturas te dejan un sabor amargo, y un sentimiento sobrecogedor, sigue siendo bello a su modo. ¿Y esas en las que solo unos pocos consiguen dejarte en vilo?

Y a quien no le guste, es que no ha leído nada decente, pues quién podría rechazar sensación tan sublime.

Si solo puedo aprender lo que tú me enseñes,
coger la mano que tú me extiendes,
sentir tus palabras para sentirme viva,
y tus brazos para sentirme querida.

Si solo puedo respirar el aire que tu exalas,
ver solo lo que tú me muestres.
Viviré mientras tú vivas,
porque una vida sin ti de sentido carece.

Porque si solo tus manos saben guiarme,
estaré perdida,
si solo tú mirada sabe iluminarme,
estaré ciega.

Si solo tú algo de ternura desentierras,
me quedaré dura como la roca,
fría como el hielo,
seca como el viento.

Y qué decir si nada tendrá sentido,
después de ti.
Mejor a tu lado en vida y muerte,
y feliz de conocerte,
de tenerte,
y de quererte.

En vida y muerte.





Inspirada en todo y en nada; en ti, mi mejor amigo que desde que te conocí no has sabido hacer otra cosa que quererme.